Dromedarios en la carretera
Tres animales del circo instalado en el Rocamar salen a la carrera tras un gijonés que pasaba haciendo footing junto al prao donde pastaban
NOTICIA DE O. SUÁREZ 10/06/2011 |
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Salió a hacer footing y de pronto se vio perseguido por tres dromedarios.
Una situación kafkiana la que vivió la tarde del martes un gijonés en la carretera de La Providencia. Los animales, que llegaron a invadir la calzada y a paralizar el tráfico, pertenecen al circo que durante estos días está instalado en el antiguo Rocamar. «Yo iba corriendo por la acera sobre las siete de la tarde. En un momento dado, miré de lado y me encontré con un dromedario; me miró y como vio que iba corriendo empezó a correr también detrás de mí. Los otros dos hicieron lo mismo y de repente me encontré delante de ellos sin saber qué hacer», relató el protagonista.
Entonces optó por detenerse para poner fin a tan singular procesión. «Al ver que yo me paraba, ellos hicieron lo mismo. Entonces uno arrancó un cartel de propio circo que estaba colgado en una farola y lo llevó a la mitad de la carretera», apostilló. Rápidamente, aparecieron varios trabajadores del circo «con algo en la mano que parecía comida y los dromedarios fueron directamente hacia allí».
También avestruces
El gijonés cree que «estaban atados pero se soltaron, porque llevaban unas cuerdas colgando del cuello». Aunque el episodio se solventó en pocos minutos, levantó una gran expectación entre conductores y paseantes. «Unos dromedarios corriendo por la carretera no se suelen ver todos los días», argumentaba el inocente causante de la marcha animal, a quien, tiempo atrás, también le persiguieron unas avestruces en una finca particular de Gijón. Y ya se sabe... no hay dos sin tres.
Entonces optó por detenerse para poner fin a tan singular procesión. «Al ver que yo me paraba, ellos hicieron lo mismo. Entonces uno arrancó un cartel de propio circo que estaba colgado en una farola y lo llevó a la mitad de la carretera», apostilló. Rápidamente, aparecieron varios trabajadores del circo «con algo en la mano que parecía comida y los dromedarios fueron directamente hacia allí».
También avestruces
El gijonés cree que «estaban atados pero se soltaron, porque llevaban unas cuerdas colgando del cuello». Aunque el episodio se solventó en pocos minutos, levantó una gran expectación entre conductores y paseantes. «Unos dromedarios corriendo por la carretera no se suelen ver todos los días», argumentaba el inocente causante de la marcha animal, a quien, tiempo atrás, también le persiguieron unas avestruces en una finca particular de Gijón. Y ya se sabe... no hay dos sin tres.
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