Cuatro traficantes secuestran durante dos días a un joven y le dan comida para perros
La víctima, raptada en Villaviciosa, había contraído una deuda de unos 300 euros con sus captores
Los acusados, que no dejaban dormir al retenido, le agredieron y le obligaron a limpiarles la casa
Cuatro jóvenes traficantes han sido detenidos acusados de secuestrar y maltratar a un gijonés de 20 años que no les había pagado una tableta de 150 gramos hachís. Durante dos días, los secuestradores retuvieron a su víctima en un piso de la avenida Pablo Iglesias, donde le obligaron a alimentarse con comida para perros y a realizar las tareas domésticas. No le dejaban dormir y le mantuvieron maniatado, tal como relató el joven a la Policía.
Los cuatro supuestos delincuentes llevaban tiempo traficando con drogas e incluso habían suplantado en ocasiones la identidad de la Policía disfrazándose con uniformes de agentes para quitar la droga a otros traficantes. La víctima escapó del piso cuando sus secuestradores le ofrecieron un pacto: le dejaban marchar y le daban armas a cambio de que cometiera un delito con el que conseguir de manera rápida el dinero que les debía, unos 300 euros. En vez de seguir sus instrucciones, el joven se dirigió a la Comisaría.
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El pasado viernes los acusados no aguantaron más la espera y fueron a buscar a su víctima a la casa en la que se encontraba viviendo en Villaviciosa. Le raptaron y le trasladaron a una vivienda en la que tenían su base de operaciones en la avenida Pablo Iglesias, de El Coto. Una vez consumado el secuestro, comenzaron a agredir al joven. Fuentes cercanas a la investigación del caso señalaron ayer a este periódico que el secuestrado presenta «algunas heridas en el cuerpo». El suplicio duró dos días hasta que el joven, sin apenas dormir, consiguió llegar a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de El Natahoyo y acabar con 48 horas de humillaciones y tratos vejatorios.
Los funcionarios policiales se pusieron en marcha nada más conocer la denuncia. El martes la Policía estableció un dispositivo de vigilancia en las inmediaciones del domicilio denunciado. Querían localizar a los responsables del supuesto secuestro y buscar las armas con las que supuestamente había sido maltratada la víctima.
Los agentes lograron identificar y detener a las personas denunciadas cuando salían de su casa ese mismo día. En el momento de la detención dos de ellos portaban dos bolsas de basura en las que guardaban sendas cajas fuertes con signos de haber sido violentadas, por lo que los agentes sospechan que podrían acabar de perpetrar un robo con fuerza.
Tres de los acusados carecen de antecedentes policiales. Se trata de I. E. B. G., de 26 años de edad, y D. S. R. y I. G. Z. L., de 25. El único que cuenta con detenciones anteriores es J. G. M., de 24 años, que ya acumula en su historial siete arrestos policiales anteriores por distintos delitos contra el patrimonio y por temas relacionados con las drogas. No sólo eso. El joven fue detenido hace dos años cuando, en plena desesperación supuestamente por la necesidad de consumir estupefacientes, empeñó las joyas de su tía para conseguir dinero para comprar drogas. Ahora a todos los arrestados -cuatro en total- se les imputan los delitos de detención ilegal, contra el patrimonio y contra la salud pública por narcotráfico.
Pero la actuación policial no quedó ahí. Durante la vigilancia, los agentes también detuvieron a otro joven, J. A. J. H., alias «Maluka», de 29 años de edad y reclamado por los agentes de la Brigada por la comisión de cinco robos con violencia en locales comerciales y domicilios particulares. Fuentes policiales informaron ayer de que este joven habría cometido los delitos a finales del año 2008.
En el momento de la detención el delincuente llevaba encima numerosos efectos que trataban de imitar la condición de miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
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