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Fantasía heroíca habitual, erótica incluso... |
Los que conocemos la Villa de Jovellanos podemos asegurar que de incluírse entre las antiguas maravillas de la humanidad, Gijón necesitaría ser catalogada con dos números, esto es: El Faro de Alejandría, el Templo de Salomón, Las Pirámides de Giza, Gijón, Gijón, los Jardines colgantes de Babilonia etc.
En Gijón, desde su nombre a sus gentes, desde Tremañes al Infanzón, todo en él es superlativo: no tiene escalera, tiene escalerona; no tiene molino, tiene Molinón; ni siquiera tiene iglesia, allí es la Iglesiona ¡hasta tienen el edificio más extenso de España!
Por eso, el surrealismo en Gijón alcanza dimensiones cósmicas, casi cuánticas y de eso va este blog. Bienvenidos a la crónicas más extrañas del Narnia asturiano, esas que nunca glosarán los cronistas oficiales, esas que han convertido a la Capital de la Costa Verde en el epicentro universal del realismo mágico. Gijón ye Macondón y si García Marquez fuese playu, la novela se llamaría "Tres trillones de años de soledad"
He aquí algún que otro ejemplo...
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